Los días para Canelo Álvarez como campeón indiscutido de peso supermediano están contados. Y no significa que el mexicano vaya a perder su próxima pelea, que será ante Edgar Berlanga el 14 de septiembre de 2024.
Es que una decisión administrativa despojará a Canelo del privilegio de ser el único campeón mundial en las 168 libras, división en la que reina desde noviembre de 2021, cuando derrotó a Caleb Plant en Las Vegas.
Justamente ese último título que recogió Álvarez es el que abandonará ahora por decisión propia, en algo que obedece a la parte económica del deporte y no a lo deportivo, siendo que Canelo ya no tiene nada más que demostrar para enseñar que es el mejor supermediano que hay en este momento, con David Benavidez en semipesado.
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Por qué Canelo Álvarez ya no será campeón indiscutido de peso supermediano
La FIB, el organismo con base en Estados Unidos del que Canelo se proclamó campeón en 2021 al derrotar a Caleb Plant, llamó a subasta para el 6 de junio para la organización de la pelea de Álvarez frente al cubano William Scull, el número 1 del ranking de la FIB, pero esta pelea nunca llegó a hacerse.
Es que Canelo, que hizo cuatro defensas del título indiscutido, algo que nunca había sucedido en la era de los cuatro cinturones, y además durante este tiempo también realizó un combate en peso semipesado retando a Dmitry Bivol, ya se midió contra John Ryder, el retador obligatorio que impuso la OMB. Ahora las otras organizaciones empujan por un combate ante su líder del ranking o campeón de un título menor.
El CMB tiene a David Benavidez, a quien Álvarez ha evitado por ahora, como campeón interino, y la AMB a David Morrell como campeón regular, pero ambos irán por un desafío de campeonato mundial de peso semipesado en el futuro próximo. Por eso la disputa parece estar entre Edgar Berlanga, el #1 del ranking AMB, y William Scull, que lleva tiempo como el #1 del ranking FIB.
Ninguno de ellos es una gran estrella, pero el boricua Berlanga, nacido en New York y de récord 22-0, manejado por la empresa Matchroom de Eddie Hearn, tiene una carrera hecha en Estados Unidos y un nombre mucho más conocido que el del cubano Scull (también de récord 22-0) que hizo su carrera entre Argentina y Alemania, recién debutó en Estados Unidos el 4 de mayo pasado en una pelea a 8 rounds y no ostenta ningún triunfo ante un rival renombrado o en la pelea estelar de un evento grande de TV.
Sin embargo, a Scull sus triunfos le han bastado para llegar al primer puesto del ranking FIB, en el que Berlanga está cuarto y por ejemplo Jaime Munguía es séptimo, y tras tanto esperar el organismo decidió darle su oportunidad.
Esto hace que Canelo deje vacante el cinturón por decidir no pelear con Scull, sin perder los títulos de los otros organismos, y a que Scull deba enfrentarse por el título vacante con el segundo del ranking FIB, el invicto ruso residente en Estados Unidos Vladimir Shishkin, hombre manejado por Dmitry Salita.
Nadie puede discutir la posición de Canelo como el mejor entre los supermedianos, al menos hasta que pierda una pelea o deje de combatir en esta división, y la realidad es que a esta altura de su carrera no tiene ningún sentido que combata ante un "desconocido" como Scull o Shishkin, por más talentosos que puedan ser.
A ellos, el título de la FIB les servirá más para empezar a posicionarlos a nivel mundial y más adelante poder aspirar a una pelea de mucho dinero. Y tampoco han tenido algún resultado deportivo que les de el mérito suficiente para tener una oportunidad de combatir contra Canelo, por más que la FIB lo piense así.
Los a veces inexplicables tecnicismos y complicaciones del boxeo profesional por no ser controlado por solo una entidad mundial, como sucede en la mayoría de los otros deportes, llevan a situaciones como esta.