No era hasta hace mucho tiempo que los Dallas Mavericks eran visto como un equipo con problemas a la hora de cerrar partidos. Algo que también se le achacaba a su máxima estrella, Luka Doncic, a quien en temporadas anteriores era normal verlo teniendo bajones impropios durante esos tramos y forzando demasiados lanzamientos incómodos.
De aquella versión poco parece haber quedado. Los de Jason Kidd ya habían mostrado una mejoría en los primeros meses de campaña, pero en las últimas semanas lo han llevado al extremo de transformarlo en una de sus máximas virtudes. Desde el parate por el All-Star, Dallas ha ganado siete de sus ocho partidos que se fueron a situaciones clutch (5 minutos o menos por jugar, diferencia de 5 puntos o menos). Incluyendo el triunfazo de este lunes ante el encendido Minnesota Timberwolves por 110-108.
Más allá de que Luka tuvo sus apariciones decisivas en el cierre, no es casualidad que los dos tiros más importantes de la noche hayan llegado de un par de sus laderos. Reggie Bullock y un Dorian Finney-Smith cada vez más determinante. En partidos anteriores había sido Spencer Dinwiddie quien había cargado con ese rol.
Se está viendo la versión más madura de Doncic en la NBA. Un jugador que lee cada jugada a la perfección y que a diferencia de años anteriores donde priorizaba cierto hero ball en los cierres, hoy no tiene problema alguno en juntar marcas y descargar para el compañero abierto. Y tener libre con frecuencia a un Finney-Smith que ya está superando el 42% de tres en momentos clutch, es un lujo que el esloveno está sabiendo explotar al máximo.
Doncic tuvo una de sus peores noches estadísticas del último tiempo, sufriendo ante la marca de Pat Beverley. Terminó con 15 puntos y 10 asistencias, lanzando un 5-17 de campo. Pero este Dallas que sueña con la ventaja de localía en 1° Ronda de Playoffs, ya no es un show de un solo hombre. Especialmente porque ese hombre ha entendido que esa es la mejor manera de potenciar un plantel que rinde mucho más de lo que indicarían sus individualidades.
El porcentaje de uso de Doncic en el clutch (34,6%) es el más bajo de toda su carrera. Incluso por abajo de su campaña de novato. Pero lo hace con la mejor eficacia de sus cuatro años en la liga: 53,2% de eFG%. Más desprendido y más acertado.
Ante los Timberwolves, Spencer Dinwiddie volvió a destacar con 20 puntos desde la segunda unidad, Dwight Powell lideró al equipo con 22 unidades y 8 rebotes, Reggie Bullock y Dorian Finney-Smith no solo anotaron triples enormes, sino que además aportaron 18 y 15 tantos cada uno, Jalen Brunson terminó con 15 y un 6-10 de campo... los Mavericks se parecen cada día más a un contendiente y están listos para cortar la maldición de no poder ganar una serie de Playoffs desde su título en 2011.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.