El Barça necesita forzar las salidas de jugadores como Umtiti, Coutinho e incluso Dembélé para poder inscribir a Ferran y seguir fichando
"Cuando le firmamos sabíamos que no teníamos límite salarial, asumimos la situación", reconoció Mateu Alemany en la presentación de Ferran Torres como nuevo jugador del Barcelona. El director de fútbol del club catalán dejó claro que la idea es poder inscribir al delantero de Foios antes del próximo domingo 9 de enero, aunque todo dependerá de las salidas. No hay alternativa. O se marchan jugadores o Ferran seguirá sin poder ser registrado en LaLiga como futbolista del Barça. Lo mismo sucede con los fichajes que ha pedido Xavi Hernández. No puede haber entradas sin antes conseguir que jugadores sin minutos dejen de formar parte de la plantilla. "Hacer más fichajes dependerá de las salidas", admitió el mismo Alemany, al que Joan Laporta felicitó por haber logrado la firma del delantero ex del Manchester City. El presidente explicó -igual que hizo su máximo ejecutivo del área deportiva- que el Barça se había tirado a la piscina: "Con Ferran hemos hecho la excepción de lanzarnos a por el fichaje antes de tener el margen salarial que necesitamos para inscribirlo".
El dolor de cabeza del Barcelona atañe a todos los departamentos del club. Lograr límite salarial para inscribir a nuevos jugadores depende de varios factores: el primero y el que se lleva todos los focos, las salidas y la reducción de sueldos en la plantilla de fútbol masculino; pero también es extraordinariamente trascendente que el club consiga nuevos ingresos, ya sea por patrocinios, por mejorar la asistencia al Camp Nou o por la venta de activos como la productora audiovisual Barça Studios, de la que se pretenden sacar 100 millones por la cesión del 49% de las acciones. Todo ayuda a multiplicar el límite salarial -o Fair Play Financiero- impuesto por LaLiga, que ahora se situa únicamente en 98 millones de euros. ¿Qué quiere decir eso? Que el Barcelona se puede gastar solamente 98 millones entre los salarios de los futbolistas, las amortizaciones anuales por fichajes, los pagos a la seguridad social, las primas y las comisiones de los agentes. ¿Y dónde está el Barça ahora mismo? Sus gastos en salarios superan los 430 millones de euros contando a Ferran, es decir, que vulnera el Fair Play Financiero de LaLiga en más de un 300%.
Ante esa vulneración del límite salarial, LaLiga permite fichar siempre que se cumpla la norma del 1/4: por cada millón que se gaste, tienen que liberarse cuatro. Con una excepción. Si el salario liberado es el de un futbolista que se lleva más del 5% del total de los sueldos, la norma pasa a ser 1/2. Ese sería el caso de tres jugadores que están en el punto de mira: Samuel Umtiti, Philippe Coutinho y, tras su negativa a renovar, Ousmane Dembélé. Son tres casos distintos, pero su futuro es el mismo: les quieren fuera. Umtiti rechazó la carta de libertad en verano pero se confía en poder llegar a un acuerdo para desvincularle del club sin tener que abonarle el salario que le falta por cobrar. En el caso de no aceptar la salida, el Barça se plantearía tomar medidas más drásticas. El francés no puede seguir en el club, cobra mucho dinero y no juega, y se hará todo lo posible para liberar su sueldo. Algo similar pasa con Coutinho, aunque por ahora los miembros de la secretaría técnica siguen pensando que tiene mercado y que no hará falta darle la carta de libertad. El problema de ambos es el salario, demasiado alto para que ningún equipo lo asuma al 100%. Si acaban saliendo cedidos, el Barça está dispuesto a poner de su parte para conseguir liberar la mitad de dichos sueldos. Este martes, SER Catalunya explicó que Coutinho quiere terminar ya su relación con el Barça, que no quiere salir cedido para volver en verano y que su opción favorita entre el Newcastle y el Arsenal -que han mostrado interés- es el club gunner.
El tema más espinoso es el de Dembélé. El extremo le comunicó a Xavi que quería seguir, pero su agente pide unas cantidades para renovar inviables para la economía del Barça. El club azulgrana esperaba poder reducir la amortización anual del jugador ampliándole los años de contrato, pero las peticiones de Moussa Sissoko hacen que el Barcelona haya cerrado la puerta a seguir negociando. "Ellos conocen cuál es la situación del club. Hemos tenido mucha paciencia. Queremos que se quede, tiene una oferta de renovación desde hace mucho tiempo. No se producirá ninguna reunión más y no hablaremos de hipótesis. Estamos esperando una respuesta por su parte y luego tomaremos una decisión", dijo Mateu Alemany ante la prensa. Si no hay ningún cambio, Dembélé se marchará del Barça. Pero el club no quiere esperar a que se vaya gratis el 30 de junio. Si no renueva, Laporta y Alemany tienen claro que el francés deberá salir durante este mercado de invierno. Y forzarán toda la maquinaria para lograr su salida ya, antes de que la situación se enquiste y el ambiente dentro y fuera del vestuario se enturbie.
No hay alternativa. O se produce esta combinación de factores o al Barcelona se le pondrá cuesta arriba no solamente la posibilidad de seguir fichando -sea Morata u otro-, sino su presente más inmediato, la inscripción de un Ferran Torres por el que se ha apostado con fe ciega sin antes asegurarse su cabida en el equipo. Al club le toca seguir haciendo los deberes. Esta vez, a última hora, como en los viejos tiempos.