El NBA All-Star Game es el evento más importante de toda la temporada regular. Un momento en el que se concentra la élite de la liga, los mejores jugadores de la competición y todo ello converge en un encuentro y una noche inolvidables. Pero para llegar a esa velada antes hay que pasar por un riguroso y siempre emocionante proceso de votación. Durante prácticamente un mes (del 25 de diciembre al 22 de enero) los aficionados pueden elegir a quienes creen que merecen ser titulares, ya que su aportación supone el 50% del cómputo total. No todas las figuras acaban formando parte del partido de las estrellas, bien por rendimiento o por estatus, pero hay algunas que, como mínimo, han logrado méritos suficientes para tener la consideración.
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Para poner en valor ese tipo de figuras está la sección Números a ciegas, en la que las estadísticas son las protagonistas y no tanto qué importancia tiene un jugador en concreto en la liga. Lo importante es revisar los guarismos y entonces responder a la siguiente pregunta: ¿Con quién te quedas, Jugador A o Jugador B? Vamos allá:
La cosa no está en absoluto fácil. Los dos protagonistas tienen números tradicionales muy similares y lo que beneficia a uno en un apartado lo hace con otro en el siguiente rubro. Por un lado, el Jugador A vence ligeramente en puntos y rebotes, mientras que el Jugador B lo hace en asistencias, acierto en triples, porcentaje de tiro efectivo, tiros libres y comete menos pérdidas y faltas.
Llama la atención que el segundo candidato es capaz de replicar sus números tradicionales en casi cuatro minutos de media menos que el primer aspirante, lo que le hace más eficiente en el tiempo que está sobre el parqué.
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Las diferencias se vuelven más sustanciales cuando nos adentramos en las métricas por cada 100 posesiones. Si bien estos registros no son del todo exactos e individualizados, sirven para dar más argumentos para tomar parte por uno o por otro. En ese sentido, lanzando prácticamente los mismos tiros, es el Jugador B quien resulta más eficiente gracias a que su distribución de cara al aro está centrada en el triple, aunque el Jugador A saca mucho rédito de acudir a la línea de tiros libres.
Mientras, en las estadísticas avanzadas destaca el hecho de que con un usage menor el Jugador B logra prácticamente números idénticos al A, teniendo además un Box Plus Minus calcado de +3,8. Lo que decanta la balanza en este apartado es el VORP (valor respecto al reemplazo de un jugador) en favor del primer aspirante, algo que puede deberse a que se encuentra en un conjunto no muy dado a ganar. Las métricas de win shares no son aplicables a este debate ya que nos se trata de dos casos con temporadas completadas, de ahí la diferencia.
¿Quiénes son los jugadores?
Cuando el Jugador A estaba realizando estos números en la NBA, el Jugador B tan solo tenía 9 años de edad. Y es que hay un universo de distancia entre ambos casos ya que la liga ha evolucionado enormemente desde comienzos de siglo, cuando el primer aspirante estaba en su pico de carrera, pero en realidad hay mucho en común en ambos casos. Quienes se esconden detrás de estas estadísticas son, ni más ni menos, que el Steve Francis de la temporada 2002-2003 y el Fred VanVleet de la actual campaña. Dos figuras de un corte físico muy parecido, con tan solo 5 centímetros de altura de diferencia a favor del ex de Rockets y Magic, y que a su manera lograron echarse su equipo a las espaldas para convertirse en los líderes de la plantilla.
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En el caso de Francis esta fue su segunda elección para el All-Star, algo que logró en su cuarta temporada profesional en Houston a los 25 años. Este era un base eléctrico, con un gran talento para el uno contra uno y el dribbling, que supo hacer de su explosividad una fortaleza cuando la pintura estaba poblada de gigantes. Sin embargo, en aquel curso 2002-2003 sus Rockets no pisaron los Playoffs, quedándose a las puertas como novenos del Oeste, algo que en la actualidad supondrían puestos de Play-In.
Una circunstancia que le une a VanVleet, cuyos Raptors están a tan solo un paso del octavo lugar del Este (0,5 partidos de distancia), mientras el base está siendo la principal figura del equipo y rindiendo al mejor nivel posible. El jugador de 27 años es uno de los 22 jugadores en toda la historia de la NBA en conseguir más de 20 puntos, más de 5 rebotes, más de 6 asistencias y más de 1,5 robos de media por partido en una temporada, uniendo su nombre al de figuras legendarias de la competición como Magic Johnson, Larry Bird o LeBron James.
A diferencia del momento en el que Francis logró su consideración All-Star, ahora mismo se tienen muchas más métricas para medir el impacto individual de alguien. Entre ellas es preciso mencionar el RAPTOR War de FiveThirtyEight, un algoritmo basado en el tracking y las estadísticas de impacto dentro y fuera de cancha a las que se suman las victorias por encima del reemplazo (WAR). Dentro de esta categoría, VanVleet emerge como el quinto con un ratio más alto, establecido en +5,5. ¿Y quiénes están por delante? Giannis Antetokounmpo (+5,9), Rudy Gobert (+6,5), Stephen Curry (+6,9) y Nikola Jokic (+8,8). Figuras más que contrastadas y fijas en el próximo All-Star, una categoría en la que el base de los Raptors se está mereciendo ocupar.
Después de perderse dos partidos, VanVleet ha regresado logrando 31 puntos y 9 asistencias ante los LA Clippers y 35 tantos y 5 asistencias contra los New York Knicks. El base de Toronto está haciendo todo lo posible para que a mediados de febrero esté presente en la cita de Cleveland.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.