El ministro saudí Turki Alalshikh se ha transformado en una especie de rey mago del boxeo, poniendo el dinero saudí para organizar grandes veladas que en años anteriores no sucedían debido a la falta de acuerdos económicos entre los boxeadores, las empresas con las que firman sus contratos y los conflictos de las televisoras.
La "Riyadh Season" se ha enfocado más que nada en la división de peso pesado, con cuatro combates de Anthony Joshua, uno de Tyson Fury, uno de Oleksandr Usyk (contra Joshua) y otro de Deontay Wilder (que tendrá otro próximamente) allí. Pero ninguna pelea ha sido de la magnitud de la que tendremos este sábado 18 de mayo, cuando Fury y Usyk se enfrenten por el campeonato indiscutido de la división.
No es solamente un choque de campeones con todos los títulos en juego, incluso el de campeón mundial IBO aparte de los de la FIB, CMB, OMB y AMB. Es una pelea entre dos grandes campeones que han defendido en múltiples ocasiones sus cinturones y que además están invictos como profesionales.
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De hecho, desde el cruce entre Lennox Lewis y Mike Tyson en Memphis en junio de 2002 que la división reina del boxeo no ha tenido una pelea tan importante. Estamos ante el combate de peso pesado más grande de los últimos 20 años.
Por qué Fury vs. Usyk es la pelea de peso pesado más importante de los últimos 20 años
Ni la pelea de Lewis vs. Vitali Klitschko o las de Fury o Anthony Joshua contra Vladimir Klitschko, tampoco la trilogía de Fury ante Deontay Wilder o los dos combates de Joshua contra Usyk. Menos que menos la revancha de Joshua frente a Andy Ruiz o la pelea de AJ contra Joseph Parker, por más lucrativas que hayan resultado.
De hecho, estrictamente hablando de negocio, ningún combate de peso pesado llegó a generar lo que Lewis vs. Tyson en el 2002, con récord de dinero de PPV en Estados Unidos hasta que fue superada por Floyd Mayweather vs. Oscar de la Hoya (las peleas siguientes de Mayweather con Canelo Álvarez, Conor McGregor y Manny Pacquiao también generaron más ingresos).
Es que los combates de Iron Mike siempre han sido garantía de negocio y más de un millón de ventas en Pay Per View en Estados Unidos, ante miembros del Salón de la Fama como Lewis o Evander Holyfield o contra entusiastas con coraje como Peter McNeeley, pero luego ni siquiera las revanchas de Fury y Wilder han llegado a perforar la línea de las 900 mil ventas.
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Y la nueva era de los pesos pesados, tras el reinado de los hermanos Klitschko en la primera década de este siglo, ha sido dominada desde Gran Bretaña, con Fury y Joshua moviendo muchísimo el avispero en las islas británicas pero sin el mismo peso en el resto del mundo.
En cambio, aunque esta pelea quizá pueda ir por una línea similar a esos combates de Fury con Wilder desde un punto de vista de negocios y dinero, presenta una mayor exposición ante el mundo por realizarse en un huso horario conveniente tanto para los fanáticos de Europa, que la verán a su medianoche, como los de América que la disfrutarán durante el día, y por todo lo que está en juego.
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El último campeón indiscutido que tuvo el boxeo fue Lennox Lewis entre 1999 y 2000, pero en la era de los tres cinturones, antes del reconocimiento universal a la OMB ya entrados los años 2000. El León ganó ese campeonato al unificar coronas con Evander Holyfield en 1999, en la segunda pelea tras un empate previo.
Nadie podía poner en duda entonces que Lewis y Holyfield eran los mejores, tras ser Tyson noqueado por Holyfield en su primer combate en 1997 y hacer un papelón que culminó con su descalificación en la revancha. Y nadie puede discutir que Fury y Usyk están en la cima ahora.
Usyk, campeón indiscutido de peso crucero en 2018, ya acumula cinco victorias en peso pesado: a Anthony Joshua le ganó dos veces con superioridad clara y también noqueó sin problemas a Daniel Dubois en su última pelea.
Fury, que todavía no conoce la derrota en 35 combates como profesional (34-0-1 con 24 nocauts) fue tumbado por el inexperto Francis Ngannou en su última pelea, pero a Deontay Wilder lo despachó con dos nocauts en 2020 y 2021 tras su empate inicial en 2018 y también terminó antes del límite con Derek Chisora y Dillian Whyte en 2022, en defensas del título mundial del CMB.
La habilidad técnica y estratégica de ambos, tanto para atacar como para defenderse, ya ha sido probada múltiples veces. El tamaño está del lado de Fury. La velocidad, a favor de Usyk.
Es complicado predecir quién ganará, pero sí que probablemente tenemos un gran combate por delante. Y también uno con una revancha, que Turki Alalshikh dijo que planean realizar en Arabia Saudita a mediados de octubre sea cuál sea el resultado de esta primera pelea.