Parece que la pregunta más apremiante en Old Trafford ha sido respondida. Erik ten Hag ha llegado a un acuerdo para convertirse en el próximo entrenador del Manchester United.
El director técnico del Ajax, que se incorporará con un contrato inicial de tres años al final de la temporada actual, se impuso a Mauricio Pochettino, del PSG, para tomar el relevo del actual técnico interino Ralf Rangnick.
Ten Hag ha cosechado una gran admiración por su trabajo en el Ajax al ganar dos veces consecutivas el campeonato neerlandés y alcanzar las semifinales de la UEFA Champions League en 2019.
De hecho, parece representar el nombramiento ideal para el United: un entrenador reconocido por jugar un fútbol elegante y ofensivo y con un reciente éxito de trofeos para respaldar sus métodos.
Sin embargo, el ex entrenador del Bayern de Múnich II, de 52 años, nunca experimentó un papel tan exigente como el que le espera en la mitad roja de Manchester. Los problemas abundan en el 20 veces campeón de Inglaterra, cinco de los cuales deben ser abordados inmediatamente.
Arreglar la defensa
A pesar de todas las turbulencias en torno al fichaje de Cristiano Ronaldo, la utilización de Jadon Sancho y la menguante forma de Marcus Rashford, la temporada del United se ha definido por los acontecimientos en el otro extremo del campo.
En el aspecto defensivo no han demostrado ser firmes. En 41 apariciones esta temporada, David de Gea recibió 57 goles -incluidos nueve en dos partidos contra el Liverpool- y se ha visto obligado a trabajar mucho para conseguir nueve partidos sin recibir goles.
En ese tiempo, De Gea ha realizado 132 paradas (según FB Ref). Sin embargo, junto a las deficiencias de los que están delante de él, los esfuerzos del internacional español con el balón en los pies deben ser una preocupación para un entrenador como Ten Hag, al que le gusta construir el juego desde atrás.
Recuperar a Rashford, Maguire y Shaw
Gran parte de las miradas de los errores en defensa han recaído en Harry Maguire, cuyo cada paso en falso parece anunciar un momento de rabia colectiva nacional.
Al igual que Maguire, la actuación de Luke Shaw fue excepcional en el camino de Inglaterra hasta la final de la Eurocopa 2020 y en esta temporada ha visto su forma caer por un precipicio.
Muchos de los integrantes del equipo de Gareth Southgate mostraron la resaca posterior al torneo en cuanto a su rendimiento en el club, pero el malestar entre el contingente inglés del United habla de problemas más profundos.
Rashford quedó físicamente maltrecho por el exceso de uso durante la era de Ole Gunnar Solskjaer y ahora tiene una figura totalmente descuidada, una que piensa que su futuro podría estar mejor en otro lugar.
En el United hay muchos bajos rendimientos que evaluar y mejorar, pero estos tres son hombres capaces de alcanzar rendimientos considerables. Ahora mismo están muy lejos de sus plenitudes y sería una gran victoria para Ten Hag si consigue cambiar su suerte.
Implementar un estilo atractivo, pero que funcione
De Gea, Maguire, Shaw y el resto del andamiaje defensivo del United se beneficiarían sin duda de tener una estructura de equipo que funcione a su alrededor, dejándolos protegidos en lugar de expuestos.
Este es uno de los principales atractivos de Ten Hag: es un entrenador de sistemas que logra su éxito a través de esos medios. Sin embargo, no todo el fútbol atractivo es igual.
Impregnado de la historia del Ajax, el estilo elegido por Ten Hag no se parecerá a las diversas ideas de lo que puede ser un Manchester United clásico. Probablemente se parecerá mucho más al fútbol que Pep Guardiola ha moldeado en el otro lado de la ciudad.
¿Se tolerará esto, o se aplastará la nueva era entre gritos de "¡Ataque! ¡Ataque! Ataque!" desde el Stretford End?
Reparar y racionalizar la política de transferencias
Ten Hag no podrá establecer un fútbol total en Old Trafford con el plantel actual. Por mucho que el United cuente con jugadores de talento en su plantilla, se trata de un grupo terriblemente desequilibrado que es el resultado de una política de fichajes confusa.
El año pasado, el United necesitaba un centrocampista de contención que marcara el ritmo, diera estructura al equipo y protegiera la defensa. No lo consiguieron, pero, tuvieron a Ronaldo y todo el mundo se lo pasó en grande cuando marcó unos cuantos goles contra el Newcastle y Tottenham.
Ten Hag debe saber exactamente qué funciones tienen que desempeñar el director de fútbol John Murtough, el director técnico Darren Fletcher y el futuro asesor Rangnick para poner orden en la casa. Esas funciones deben estar claramente definidas para que la política de fichajes sea precisa.
Cortar la madera muerta
Los ingresos han sido sólo la mitad del problema en Old Trafford. Hay jugadores que siguen en el club cuyo futuro sólo puede ser eficaz en otro lugar.
Enviar a Jesse Lingard cedido al West Ham, donde estuvo brillante, antes de no venderlo o jugar con él cuando su contrato se acaba, parece el arte de la interpretación de lo que podría ser una terrible estrategia de fichajes.
El hecho de que los traspasos no sean rentables siempre acapara titulares, pero no vender en los mejores momentos, de permitir que los contratos clave se reduzcan y de conceder prórrogas innecesarias a los jugadores marginales son factores que han dificultado todas las reconstrucciones desde la marcha de Alex Ferguson hace nueve años. Ten Hag debe exigir algo mejor.
Lingard y Paul Pogba están a punto de terminar sus contratos, Nemanja Matic confirmó que se va y Edinson Cavani probablemente hará lo mismo. Hay incertidumbre en torno al futuro de Eric Bailly, Juan Mata, Anthony Martial y el portero Dean Henderson, entre otros.
También está por ver qué planes puede tener Ten Hag para Donny van de Beek, la antigua estrella del Ajax que está cedida al Everton, un equipo que lucha por evitar descender.