Desde su consagración a comienzos de la década del 90, Julio César Chávez fue nombrado por la opinión pública como el peleador mexicano más grande de todos los tiempos.
Con su talento excelso, mortífero gancho de izquierda, quijada de piedra y bravura implacable, ingenió algunas de las noches más legendarias en la historia del boxeo. Estas hazañas lo llevaron a superar las carreras de Rubén Púas Olivares y Salvador Sánchez, los cuales eran considerados los mejores del boxeo azteca antes del surgimiento del Gran Campeón Mexicano.
Alrededor de la llegada del nuevo milenio, Érik Terrible Morales y Marco Antonio Barrera aparecieron como los potenciales herederos de Chávez en la cima del pugilismo mexicano. Y ambos tuvieron trayectorias que también los llevaron a ser inmortalizados en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo. Pero al final ni Morales, ni Barrera pudieron acercarse a la grandeza del Sultán de Culiacán.
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Tras esta época, a finales de los 2010, junto con el verdadero heredero de Gran Campeón Mexicano, Julio César Chávez Jr., también despuntó un chico de Guadalajara llamado Saúl Canelo Álvarez.
Ambos fueron impulsados hacia el estrellato por las principales televisoras de México (TV Azteca y Televisa) para revivir el boxeo en este país después de dos décadas en las que las masas fueron privadas de las peleas más grandes debido a la proliferación del sistema de Pago Por Evento (PPV).
Y mientras que Chávez Jr. no pudo llegar a estar a la par de su apellido legendario, por el otro lado, Álvarez sí terminó por convertirse en una mega estrella, alcanzando las alturas que solo Chávez Sr. había visto.
Tras el retiro de Floyd Money Mayweather y Manny Pacquiao, el pelirrojo tomó la estafeta, y desde 2016 ha sido considerado la cara del boxeo.
No cabe duda de que Canelo ha superado categóricamente a Chávez como el boxeador mexicano más taquillero de todos los tiempos.
Para su combate de 1996 ante Óscar De La Hoya, JC ganó nueve millones de dólares, la mejor bolsa de su carrera de 115 combates. Álvarez a comparación, solo en su último duelo -la victoria ante Jermell Charlo- se llevó más de 45 millones de dólares.
El pelirrojo ya lleva varios años apareciendo en la lista de la revista Forbes de los atletas mejor pagados del mundo. En la lista de 2023, el jalisciense se ubica en el quinto lugar con $110M en ganancias, por detrás del ícono de la NBA LeBron James y los astros del futbol mundial Kylian Mbappé, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
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Y obviamente este éxito económico va de la mano de su desempeño sobre el ring. Ya con casi 18 años de carrera y 62 peleas, Canelo ha conquistado títulos del mundo en cuatro divisiones distintas (superwélter, medio, supermediano y semipesado). En 2021, hizo historia al ser primer mexicano que unifica las coronas de una división de los cuatro organismos principales del boxeo (CMB, AMB, FIB y OMB) y el primer púgil en general que lo hace en las 168 libras. Y hasta su derrota de hace un año contra el campeón invicto de peso semipesado Dmitry Bivol, llevaba tres años siendo considerado el mejor peleador libra por libra.
Aunque todavía no se retira, todos estos logros deportivos han metido firmemente al pelirrojo en la conversación sobre si puede alcanzar a Chávez como el mejor púgil mexicano de todos los tiempos. En 25 años de carrera, el Sultán de Culiacán ganó títulos en tres pesos distintos (pluma, ligero y superligero) y de 1990 a 1993 fue considerado como el mejor peleador del mundo.
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¿Cómo se comparan las trayectorias de Julio César Chávez y Canelo?
Si el debate se analiza solo viendo los logros, como lo hizo el legendario Roberto Manos de Piedra Durán en 2021, pues Álvarez ya ha superado a Chávez. Pero las cosas en este caso no son blanco y negro.
Gran parte de la grandeza de un boxeador se mide por la calidad de sus triunfos.
Y en este rubro, el palmarés de Chávez es mucho más impresionante que el que ostenta Canelo en esta etapa de su carrera.
Si bien el mítico récord invicto del Gran Campeón Mexicano de 89-0-1 cuenta con mucho relleno —en su etapa de campeón se enfrentó a variaos rivales con récords de principiantes y hasta a uno con una foja perdedora de 2-15-0— no se puede negar que se midió a los mejores contrincantes dentro de una época del boxeo en la cual las divisiones estaban repletas de púgiles formidables.
Solo basta ver contra quién Chávez conquistó su primera corona. En 1984, venció a su compatriota Mario Martínez por el título vacante de peso pluma del CMB. El Azabache entró a este duelo como el favorito y era visto como un púgil con mayor potencial que JC, quien llegó a este choque casi como un desconocido.
Canelo, por su parte, se coronó por primera vez derrotando al inglés Matthew Hatton por el titulo vacante de peso superwélter del CMB. El hermano menor del excampeón Ricky Hatton era un inflado peso wélter que no tenía la calidad para ser un contendiente.
En cuanto, a peleas grandes, la foja de Chávez cuenta con triunfos sobre campeones formidables como Roger Mayweather, José Luis Ramírez, Greg Haugen y Meldrick Taylor. Contra este último, el Sultán de Culiacán consiguió el triunfo que lo consagró como el mejor peleador azteca de la historia. Taylor era un invicto ex medallista de oro olímpico que estaba entre los mejores del momento.
Y además del combate contra Meldrick, las victorias que Chávez obtuvo ante los boricuas Edwin Chapo Rosario y Héctor Macho Camacho —dos miembros del Salón de la Fama— también lucen como joyas de su récord.
Del lado de Álvarez, sus triunfos que más sobresalen son los que se adjudicó frente a Austin Trout, Billy Joe Saunders, Jermell Charlo, Caleb Plant, Miguel Cotto, Sergey Kovalev y Golovkin (2x).
Los primeros tres fueron buenos campeones, pero no del nivel de Taylor. Por su parte, Cotto ya está en el Salón de la Fama, y Kovalev y Golovkin son candidatos para ser inmortalizados. Sin embargo, los triunfos de Canelo sobre ellos no fueron tan convincentes como los que registró JC ante Rosario y Camacho. También, cabe mencionar, Cotto y Kovalev ya habían visto sus mejores días sobre el ring cuando se midieron al jalisciense.
No obstante, Álvarez todavía está escribiendo su historia y su disciplina es su mayor atributo, ya con 33 años, si aspira a alcanzar a Chávez como el mejor peleador mexicano de todos los tiempos. A esta edad, los excesos fuera del ring ya habían mandado en picada a la carrera de Julio. En tanto el pelirrojo, salvo una lesión de mano que lo afligió en el último año, todavía se encuentra en un óptimo estado físico.
A Canelo seguramente le quedan algunos años más peleando en las grandes ligas del boxeo, en los que podría colectar más triunfos grandes. Pero hasta nuevo aviso, JC sigue siendo el indiscutible rey del boxeo mexicano.